"No sé si vendré de nuevo".- La apertura del Memorial del 11 de septiembre en Nueva York, con sus monumentales estanques negros donde el agua fluye de manera permanente, fue la gran novedad para las familias de las víctimas de los ataques de 2001 en este décimo aniversario, marcado como siempre por el dolor, pero esta vez también por algo de alivio. "Vine en el primer aniversario, el quinto y ahora. No sé si vendré de nuevo. Estoy aquí para ver el memorial, las cascadas", dijo Patti Schwartz, una neoyorquina que el 11 de septiembre perdió a su marido Mark, socorrista. (AFP-NA)
"No es sólo una persona".- Para Wil Rodríguez, de 45 años, 10 años después el recuerdo es aún muy fuerte y sigue afectado por la muerte de su mejor amigo, el oficial de policía de Nueva Jersey David Lemagne. "Parece que fue apenas hace unos meses", afirmó este hombre. Lejos de pensar que el capítulo del 11 de septiembre está cerrado, Wil lamenta el hecho de que "el terrorismo siga ahí", a pesar de la eliminación del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, cerebro de los ataques del 11 de septiembre. "No es sólo una persona. Tenemos que estar unidos. Ellos pueden atacar cualquier país en cualquier parte: Estados Unidos, Canadá, Europa, Asia", concluye. (AFP-NA)
"Se está volviendo menos duro".- "Vengo cada año, no me pierdo ningún aniversario. Se va volviendo menos duro, pero nunca es fácil. Ahora, con el memorial, el lugar parece mucho mejor. Es un nuevo paso adelante", afirmó Nancy Novaro, que perdió a su cuñada Catherine Lisa Loguidice, de 30 años. Nancy, de 52 años y que llevaba una pancarta con una foto de Catherine, no cree sin embargo que el memorial dé vuelta la página al dolor de las familias. "Para nosotros el dolor seguirá ahí. Quizás los nietos puedan dar vuelta la página", señaló. (AFP-NA)